Los tejedores de la narrativa comunicacional libertaria se limitan a decir que “toda marcha acorde al plan (TMAP)”. El buen humor de la plana mayor se evidenció en diferentes gestos que se dieron a lo largo de todo el lunes.
Ayer, Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, cruzaron desde la Casa Rosada para el Palacio de Hacienda para festejar la buena recepción del mercado a las medidas económicas y la visita del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, algo que configuró un gesto de alineamiento geopolítico explícito de la administración de Donald Trump con la Argentina. “Fue la frutilla del postre”, dijeron desde Balcarce 50. El Presidente estaba de tan buen humor que después se fue al programa de su amigo Alejandro Fantino, con el que mantuvo una extensísima charla de casi cinco horas.
En el itinerario libertario sólo queda una actividad de agenda relevante: la conferencia de prensa que dará el vocero presidencial Manuel Adorni, quien estuvo con Patricia Bullrich en una actividad de campaña por el barrio porteño de Recoleta. Allí podría ser el único escenario en el que el gobierno nacional pueda colar alguna cuestión en la agenda. Luego se vendrá el fin de semana largo por Semana Santa y los funcionarios oficiales admiten que van a aprovechar para “bajar un cambio” después de los últimos días.
¿Qué se viene hacia adelante? En la mesa chica libertaria esperan que el desempeño en los mercados haga lo suyo. “No hay mejor política pública que la que las personas pueden palpar”, dicen, en referencia a la compra irrestricta de dólares al tipo de cambio oficial por parte de particulares.
Así fue que se abrió un paraguas de casi tres meses los que el Gobierno transitó diferentes crisis comunicacionales. El más fuerte fue el escándalo por la promoción presidencial de $LIBRA, un asunto que sigue teniendo permanencia en la agenda política, pero que los libertarios creen que desactivaron parcialmente al no prosperar las investigaciones judiciales y al evitar que la oposición proponga llamar a declarar al Congreso a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. También buscan pasar de página con el fuerte traspié que significó el rechazo de los pliegos libertarios a la Corte Suprema.