“El acuerdo se basa en los impresionantes avances iniciales de las autoridades en la estabilización de la economía, respaldados por un sólido ancla fiscal, que está generando una rápida desinflación y una recuperación de la actividad y los indicadores sociales. El programa respalda la siguiente fase de la agenda de estabilización y reformas de Argentina, cuyo objetivo es consolidar la estabilidad macroeconómica, fortalecer la sostenibilidad externa y generar un crecimiento sólido y más sostenible, a la vez que se gestiona el contexto mundial más complejo”, concluyó el organismo.

El board del organismo tendrá a consideración este viernes el resultado de la negociación técnica y política que comenzó hace algo más de cuatro meses entre el staff del FMI y el Gobierno argentino. La Casa Rosada aspira a conseguir un fuerte respaldo de divisas para la autoridad monetaria en momentos en que las reservas netas siguen en terreno negativo y el BCRA requiere un apoyo de capitalización para afrontar la volatilidad financiera internacional desatada por las medidas arancelarias de los Estados Unidos.

Esta semana quedaría aprobado el nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional

El monto final y la velocidad que tendrá la secuencia de desembolsos desde Washington hacia Buenos Aires determinará, además, cuál será el ritmo al que el Gobierno podría liberar algunas restricciones cambiarias o, incluso, modificar el esquema de tipo de cambio que reemplace al actual, integrado por el dólar blend y el crawling peg de 1% mensual.

El Gobierno solicitó que el préstamo sea por USD 20.000 millones, que todos los dólares que ingresen serán de libre disponibilidad y que es un error “restar” de la cuenta el pago de intereses de los próximos cuatro años, ya que comenzarán a ser relevantes recién a partir de 2027. Sin embargo, como esos pagos no se realizarán por adelantado, todos los dólares que lleguen antes de esas fechas son considerados “usables” para el Banco Central.

La recta final del préstamo transcurre en medio de un tembladeral en los mercados internacionales por la aplicación de aranceles que anunció Donald Trump el miércoles pasado. El Gobierno, en paralelo, analiza otras fuentes de ingresos de divisas además del FMI y otros organismos multilaterales. En las últimas semanas hubo contactos con bancos para testear la posibilidad de que el BCRA licite otro REPO -Repurchase Agreement- para captar liquidez de cara al pago de capital con bonistas de julio. La autoridad monetaria también espera un refinanciamiento de los USD 5.000 millones que empiezan a vencer en junio hasta julio de 2026 del tramo del swap de monedas con China que activó el Gobierno anterior.