el consumo de alimentos suele ser abundante, acompañado de preparaciones de alto contenido calórico.

Es importante mantener una dieta equilibrada durante todo el año, incluida la época de celebraciones. Aunque muchas veces cueste cumplir con ese objetivo, es necesario saber que el estrés, el alcohol y el exceso de alimentos pueden ser un combo peligroso para la salud.

  • Comer variado y en porciones pequeñas, masticando lentamente, evitando en lo posible repetir el plato.
  • Evitar comer fuera del horario de la comida o el “picoteo”, sobre todo cuando se trata de alimentos hipercalóricos.
  • Elaborar recetas livianas a base de carnes magras de vaca, aves sin piel o pescados de mar, tales como salmón, atún, caballa o trucha. Éstos son los mejores aliados para reducir el colesterol dañino y aumentar el bueno, debido a que contienen omega 3.
  • Restringir el uso excesivo de mantecas, aceite para cocinar y cremas.
  • Preparar sólo un plato principal con una guarnición de ensalada; es preferible utilizar verduras crudas, ya que aportan fitoesteroles, vitaminas y minerales que ayudan a reducir el colesterol.
  • Utilizar frutas para los postres como: las ciruelas, cerezas, frambuesas y arándanos, ya que son ricas en antocianinas, antioxidantes naturales que evitan la acumulación de grasas en las paredes internas de las arterias. 
  • Elegir bebidas sin azúcar como agua, soda, gaseosas light y jugos de frutas naturales. Es importante mantenerse bien hidratado, sobre todo en los días calurosos.
  • No saltarse comidas, para así evitar llegar con hambre excesiva a la cena. 

 

También recomienda incrementar la actividad física durante este período de fiestas. “Caminar, andar en bicicleta o ir más veces al gimnasio será suficiente para quemar las calorías que se consumen de más. Además, a causa de las altas temperaturas, debemos tratar de evitar las comidas demasiado elaboradas, con mucho condimento, y prevenir el exceso de bebidas alcohólicas”