Al respecto el concejal por el PTS-FIT, Gastón Remy, afirmó “el presupuesto 2023 estima aumentos del gasto total del 80%, si lo comparamos con el presupuesto 2022; mientras que la inflación esperada vuelve a estar cerca del 100%. De esta forma, el gobierno municipal está definiendo un ajuste que se puede corroborar en la distintas partidas del gasto que crecerán menos que la inflación esperada.”
Y agregó, “en materia de obra pública realmente los fondos son más que insuficientes. En Alto Comedero tan solo destinarán 365 pesos para cada uno de las y los 85.000 habitantes. Una burla, siendo el barrio con mayores necesidades de infraestructura.”
Respecto de la estructura salarial, Remy aclaró que “no tendrá modificaciones con la mayoría de los municipales cobrando salarios por debajo de la canasta familiar o sea no cubren la línea de pobreza. Y con jornalizados de 6hs que directamente están en la indigencia.”
Para la izquierda se necesita coordinar la fuerza de las y los municipales junto a las organizaciones sociales para rechazar este presupuesto de ajuste y pelear para que ningún municipal cobre menos que la canasta familiar y su salario se ajuste por inflación mes a mes, pero también por un plan de obras públicas que genere trabajo genuino y sea gestionado por los propios trabajadores.