Los encuestados, en líneas generales, mantuvieron su nivel de actividad física durante la cuarentena, con un promedio de 3,5 veces por semana, contra 3,7 antes de ésta. Primó la actividad aeróbica (running, caminata o bici, 47%), seguida por musculación, gimnasia con complementos, aparatos y pesas (30%), entrenamiento físico (modeladora, spinning, 25%), yoga, pilates, disciplinas físicas y mentales (24%), zumba y baile (12%).
Respecto de su estilo de vida, 1 de cada 2 refirió que la actividad física lo/a reconforta y hace que se sienta más saludable, al tiempo que afirmó que se esfuerza por incorporar alimentos y bebidas saludables, controlando la ingesta de calorías y proteínas, pero sin sacrificar pequeños placeres.
Sobre el consumidor de suplementos proteicos
Entre los encuestados, se identificó que consumen estos suplementos entre 3 y 4 de cada 10 de quienes realizan ejercicio al menos 2 veces por semana, cifra que asciende al 44% entre quienes se mueven al menos 4 veces a la semana. El 63% de los consumidores eran hombres, mayoritariamente de entre 25 y 40 años (77%), casi 6 de cada 10 (57%) son de nivel socioeconómico ABC1 y el 71% es omnívoro.
Quienes consumen o consumieron estos suplementos buscaban mejorar su rendimiento, incrementar su energía y ganar masa muscular; en más de la mitad de los casos, comenzaron a hacerlo por recomendación: el médico o nutricionista (55%) es el principal recomendador y la fuente de información considerada más confiable. Detrás, lo siguen el entrenador (45%), familiares, amigos o colegas (29%) e influencers (6%).
¿Por qué suplementar?
“La cantidad total de proteínas que necesitamos en un día varía de persona a persona, dependiendo de la edad, sexo, tamaño corporal, estado de salud, actividad física y ejercicio”, sostuvo la Lic. Garat.
Quienes realizan ejercicio dos, tres o cuatro veces por semana pueden tener necesidades nutricionales diferentes dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio, la disciplina deportiva, el momento de la temporada, la edad, la forma física y el ambiente externo. La ingesta recomendada para mantener la masa muscular, con un equilibrio proteico positivo, puede estar entre 1,2 y 2,2 g de proteínas por kilo de peso corporal al día, frente a los 0,8-1 g que precisan las personas que no hacen deporte.
Ciertamente, una dieta variada y regular podría potencialmente suministrar las proteínas necesarias, pero los suplementos proteicos son una forma práctica de asegurar una ingesta de calidad y en la cantidad adecuada, tanto para mantener un buen estado de salud como para mejorar y maximizar su rendimiento deportivo.
Los suplementos de proteínas son muy utilizados por los deportistas, ya que activan las vías para incrementar la masa muscular, ayudando a aumentar la fuerza y la potencia musculares, además de reparar el daño muscular producido por el ejercicio. En determinadas circunstancias, también pueden ser importantes como fuente energética y beneficiar al sistema inmunológico
De todos modos, tal como aclaró la Lic. Martinelli, para obtener los mejores beneficios del uso de suplementos dietarios, “éstos deben formar parte de un estilo de vida saludable y ser consumidos en el contexto de una alimentación balanceada, porque no reemplazan una buena alimentación, sino que son buenos aliados para optimizar la salud y cubrir los requerimientos de quienes que por estilo de vida o elevadas demandas no logran alcanzar las recomendaciones”.
Aunque la actividad física sea recreativa, para potenciar el bienestar hay que propiciar que la alimentación sea completa, suficiente, variada, segura, posible y específica. Comer bien no se aprende de un día para el otro y, en ese sentido, el seguimiento profesional puede ser de gran ayuda para personalizar un entorno saludable que incluya ejercicio y alimentación, pero también una adecuada hidratación y un buen descanso”, concluyó la Lic. Garat.