En la tarde del sábado pescador hallaron un cuerpo en descomposición en las márgenes del dique Las Maderas, en el sector denominado Bahía de Los Monos. El cadáver fue identificado como Federico Matías Agudo (44), quien era uno de los propietarios del Residencial Ranys, y fue denunciado por sus familiares como desaparecidos el martes último.

Según fuentes en la investigación Matías Agudo, quien sería uno de los dueños del residencial Ranys, venía de una fuerte depresión tras el allanamiento al residencial, ubicado en adyacencias a la ex terminal de ómnibus, debido a que una de sus ex empleadas le habría mencionado que su nombre estaba en la lista del fiscal Rondón que lleva la causa e iba a ser detenido. Por lo que se cree que él occiso al verse en esta situación habría decidido quitarse la vida.

El residencial fue allanado y se produjo la aprehensión de 14 personas incluido el encargado del residencial, R.R (80), detenido en el penal de Gorriti por la investigación relacionada a prostitución de menores.

Según algunos comerciantes y vecinos del Residencial, una de las hipótesis que manejan tendría relación a una mujer vinculada al encargado R.R, detenido en el penal de Gorriti, seria quien habría dicho a la víctima que iba a ser detenido, la mujer en cuestión era empleada de Agudo y fue despedida por el occiso debido al faltante de dinero en su turno de recepcionista, y es quien habría realizado la denuncia de forma anónima de lo que ocurría en el residencial con mujeres jóvenes y adolescentes. De allí, según los comerciantes linderos al Residencial, se sumó la denuncia de una mujer que vio mensajes de WhatsApp explícitos en el celular de su hija adolescente, iniciando la investigación que culminó con la medida judicial.

Añadiendo, según los dichos de la fuente de información, que las adolescentes y mujeres adultas que iban al residencial lo hacían por voluntad propia y pagaban alrededor de 25 mil a 30 mil pesos la habitación por día. En tanto que la persona que estaba a cargo de la recepción en el residencial el "cliente de las menores o de las mujeres adultas" le pagaba de 5 mil a 10 mil pesos para ingresar al cuarto, allí pagaba a la meretriz que previamente había contactado por redes sociales, WhatsApp, Telegran, o sitios digitales de encuentros sexuales, donde las menores al parecer ponían los avisos de sus favores sexuales a cambio de efectivo.

El residencial también funcionaba como casa de cambio de dólares, prestamista entre otras interacciones comerciales que aparentemente serian regenteadas por una mujer allegada al octogenario detenido y cuyo nombre estária en la causa de Romina Aramayo, la joven ledesmense desaparecida y encontrada asesinada en el 2014.

Cabe recordar que el residencial Ranys  estaría bajo investigación por la desaparición y posterior muerte violenta de Romina Aramayo ocurrido en el 2014 y el cual hasta el momento quedó impune.

 

FUENTE: POLICIALES DE JUJUY