La intolerancia otra vez dijo presente, esta vez la víctima fue un enfermero jujeño que ejerce su profesión en Córdoba, su nombre Enrique Caucota.
Según manifestó a Reportejujuy.com.ar el lamentable hecho ocurrió en la Capital cordobesa cuando regresaba de trabajar de la Clínica del Sol en donde cumple funciones en la sala de pediatría, en su relato expreso “esa jornada había tomado turno a las 14 horas y me retire a las 22 con ropa de civil porque no nos permiten andar en la calle con el ambo, cuando estaba cerca de la pensión en donde vivo me intercepto un vecino que cruzo la calle corriendo y sacándose el barbijo me comenzó a insultar y me decía que me vaya de la pensión porque lo iba a infectar con coronavirus a él y todos los que viven allí, ante mi respuesta de que yo no me iba a ir comenzó a darme trompadas en la zona del rostro tirándome al suelo, cuando caí me sigue golpeando en la cabeza , es ahí cuando yo intento agarrarle la pierna y él se tira para atrás aprovechando ese instante para salir corriendo , a las dos cuadras me encuentro con dos mujeres policías en la intercepción de las calles Alvear y Colon a las que relato lo sucedido, el personal uniformado me acompaña a mi domicilio en donde se encontraba mi agresor en su habitación, ante esto yo le informo de esto a las autoridades quienes me contestaron que no podían ingresar porque era una propiedad privada, realice la denuncia policial correspondiente, me duele todo el cuerpo de la golpiza que me dio este inadaptado” expreso.
El enfermero Caucota dijo que lo llamo el Ministro de Salud de Córdoba para solidarizarse por el hecho sucedido y el jefe de la policía, pero a pesar de ello el agresor todavía sigue en libertad como si nada.
Como reflexión manifestó que había visto casos similares en Buenos Aires pero nunca pensó que le podía haber pasado algo a su persona solo por su condición de enfermero y estar en la lucha contra el Coronavirus, dijo sentirse impotente de que se tomen estas actitudes con el personal de la salud, porque son los enfermeros y los médicos los que asumen el compromiso cuando alguien cae internado y no puede ser que a las 9 de la noche nos aplaudan y a las 9.30 nos estén golpeando en la calle expreso, la ciudadanía está muy sensible, concluyo.