“Las proyecciones de crecimiento de la incidencia del cáncer ameritan tomar decisiones hoy, ya que se visualiza un panorama donde el cáncer tendrá un protagonismo todavía mucho mayor al actual dentro de relativamente pocos años y es el momento de instrumentar políticas públicas adecuadas para llegar mejor preparados y con un sistema de salud fortalecido, flexible y al alcance de toda la población”, declaró el Dr. Eduardo Cazap, médico oncólogo y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Oncología Médica (SLACOM).
“Consideramos que terminó la etapa ‘covid-céntrica’ en la que la salud pública mundial estaba abocada a la pandemia, postergando otras enfermedades crónicas y agudas. Si algo hemos aprendido es que inclusive los sistemas de salud más sólidos del mundo no han sabido actuar eficazmente. Por lo tanto, todos los actores involucrados (gobiernos, investigadores, comunidad médica y sociedad civil, entre otros) debemos colaborar para lograr anticiparnos a desafíos serios de salud pública, uno de los cuales -sin lugar a dudas- será el manejo del cáncer, con tasas de incidencia y mortalidad crecientes. Este no es solamente un problema médico o de salud; es un problema de la sociedad en su conjunto”, manifestó el Dr. Cazap.
“A lo largo de los últimos años, hemos venido trabajando para sostener el tema cáncer en agenda y darle el carácter prioritario que se merece. Particularmente, en este contexto de pandemia, se hace más evidente la doble carga de enfermedad: viejos problemas de salud conviviendo con problemas de salud emergentes que necesitan ser abordados y resueltos de manera equitativa”, remarcó la Dra. Zulma Ortiz, subdirectora ejecutiva del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina.
La Iniciativa Integrada para el Control del Cáncer en América Latina, ICCI-LA fue desarrollada por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, SLACOM, el Instituto de Estudios Avanzados de las Américas de la Universidad de Miami, con la coordinación operativa de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) a partir de un acuerdo de colaboración de esta institución con el laboratorio Novartis.
Para este proyecto, se conformó un grupo de trabajo en el que participaron referentes en oncología y otras disciplinas de nuestro país y del exterior, de instituciones como el Instituto Nacional del Cáncer de Argentina (INC), el Foro Argentino para el Estudio del Uso Racional de los Medicamentos de Alto Costo, la Sociedad Argentina de Cancerología (SAC), el Instituto Henry Moore (IHM), , el Instituto Nacional de Jubilados y Pensionados (PAMI) ,la Sociedad Argentina de Periodismo Medico (SAPEM) , Directorio Legislativo la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) y de la Comisión de Salud del Senado de la Nación.
“Quienes conformamos esta iniciativa estamos convencidos de que la manera de contribuir a que el tema cáncer ocupe un lugar prioritario en las agendas de políticas públicas sanitarias es involucrándonos, ofreciendo cada uno su saber, su sentir y -en el caso de las personas con cáncer- su padecer; porque desde esas experiencias de vida, con los recursos y la decisión, no llegaremos tarde”, refirió Dra. Ortiz.
El grupo llevó adelante una revisión de la literatura y de los conjuntos de datos sobre el sistema de salud argentino y la carga del cáncer, una encuesta en línea a expertos en la materia para establecer los desafíos y oportunidades primarios dentro del sistema de salud en torno al cáncer y un taller presencial para las partes interesadas en Argentina, que promovió un debate profesional sobre el tema.
El trabajo, que fue publicado en el sitio de la UICC y de SLACOM, se denominó Cómo enfrentar la creciente carga del cáncer en Argentina: desafíos y oportunidades y presentó nueve recomendaciones generales para que el sistema de salud argentino aborde la creciente carga del cáncer, distribuidas en 3 niveles de prioridades.
Como Prioridad Máxima se propone 1) Redactar y sancionar una ley nacional integral de control de cáncer; 2) Fortalecer al organismo responsable de desarrollar políticas de control de cáncer, realizar evaluaciones e implementar el Plan Nacional de Control de Cáncer; y 3) Realizar un análisis transparente de la eficiencia de los costos para delinear mejor los objetivos de las políticas de control del cáncer y los recursos asignados a los servicios oncológicos.
En términos de Prioridad Alta, la recomendación incluye, 4) Desarrollar planes de atención estandarizados, protocolos de cuidados integrales y pautas de cumplimiento obligatorio para cada provincia, alineadas con la ley nacional de cáncer; 5) Centralizar el abastecimiento, la compra y la negociación de precios de medicamentos y tecnologías sanitarias; y 6) Expandir el acceso a los servicios de atención oncológica en el sector público.
Finalmente, como Prioridad Media el grupo propicia 7) Establecer y exigir el cumplimiento de normas de control de calidad y desarrollar indicadores para medir la eficacia, la eficiencia y la equidad de los servicios oncológicos; 8) Mejorar la prevención del cáncer, la atención primaria y la educación en salud; y 9) Fortalecer la investigación médica y las actividades científicas en el país.
El 9 de diciembre, se reunieron en forma virtual muchos de los referentes que habían diseñado este documento, con el objetivo -fundamentalmente- de reconsiderar las prioridades a la luz de las consecuencias de la pandemia en el diagnóstico y manejo del cáncer, que ya están empezando a documentarse. Se aprovechó para definir los lineamientos para pasar a la acción, identificando unánimemente -en este contexto de pandemia- aquellos ejes de tratamiento urgente.
Consultada sobre el tema, la Dra. Patricia Gallardo, Directora del Instituto Nacional del Cáncer y que participó del encuentro, sostuvo que “estamos trabajando activamente en forma conjunta con el Ministerio de Salud de la Nación en la identificación de los desafíos y la creación e implementación de un Plan Nacional de Control de Cáncer. Fomentamos el trabajo mancomunado y donde se sume la mayor cantidad de voces, con acciones claras que nos permitan definir los problemas de calidad y acceso a la atención médica y realizar análisis de eficiencia de costos para identificar la prioridad de las intervenciones”.
En cuanto a la provisión de servicios, el grupo de trabajo de la ICCI-LA recomendó cerrar la brecha en el acceso y los resultados de salud entre los sectores público y privado, invertir en atención primaria y crear una agencia para regular y optimizar el acceso a los medicamentos y tratamientos de alto costo para los servicios oncológicos. Una vez que se termine todo el proyecto en los países de la región involucrados, se lo someterá para su publicación en una revista científica internacional de referencia.