Sin dudas, la última década fue testigo de avances significativos en el abordaje de diversas enfermedades oncohematológicas.

Recientemente la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó una nueva indicación para el uso del anticuerpo monoclonal brentuximab vedotin para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma de células T periférico (PTCL) CD30 positivo sin tratamiento previo.

De acuerdo a los ensayos clínicos, esta opción terapéutica demostró mejorar la sobrevida global de los pacientes afectados por este tipo de cáncer del tejido linfático de baja prevalencia, pero muy agresivo.

“El brentuximab vedotin es un anticuerpo monoclonal conjugado que reconoce a las células tumorales que expresan el marcador llamado CD30. En combinación con quimioterapia mostró resultados beneficiosos en los linfomas de células T CD30 positivo. Los linfomas T periféricos son enfermedades muy agresivas y el tratamiento tradicional se hace con quimioterapia, pero esta aprobación demostró resultados superiores comparados con los que se obtenían antes, con quimioterapia sola”, indicó la Dra. Marta Zerga, Directora del Área Médica del Instituto de Oncología Ángel Roffo-UBA.

Las aprobaciones previas de este anticuerpo monoclonal habían sido para la enfermedad de Hodgkin, dado que las células tumorales de este linfoma también son CD30 positivas. Un reciente ensayo clínico denominado ECHELON-2 evidenció que brentuximab vedotin en combinación con Ciclofosfamida, Doxorubicina y Prednisona (CHP) proporcionó una eficacia superior en comparación con la utilización de los quimioterápicos Ciclofosfamida, Doxorubicina, Vincristina y Prednisona (CHOP) en el tratamiento de pacientes con PTCL CD30 positivo no tratados previamente, sin toxicidad adicional5. 

Con motivo del Día Mundial del Linfoma, que se conmemora cada 15 de septiembre, los especialistas hicieron especial hincapié en la necesidad de recordar a la comunidad que ante la presencia de un ganglio inflamado o síntomas como sudoración nocturna, fiebre, picazón y cansancio, es recomendable consultar con un médico.

Según explicó la Dra. Zerga, los linfomas se definen como “tumores del tejido linfoide” que pueden presentarse a cualquier edad, incluso en niños. Además, dependiendo del subtipo de linfoma, puede predominar en algún género o grupo etario particular. Una primera clasificación reconoce por un lado una entidad particular llamada “linfoma de Hodgkin”, y por otro, un gran subgrupo de procesos que en conjunto se denominan linfomas no Hodgkin.

“En general, los linfomas no Hodgkin suelen presentarse más frecuentemente en la edad media y los linfomas de Hodgkin son más habituales en sujetos más jóvenes. En el caso de los linfomas no Hodgkin hay que hacer una distinción: en nuestro medio, aproximadamente el 90% de éstos derivan de los linfocitos B y un 10 a un 15% provienen de la familia de los linfocitos T. En el caso de los linfomas B el abordaje terapéutico es variable, porque algunos de ellos son de muy baja agresividad, de modo que si reúnen determinadas condiciones pueden no requerir tratamiento inmediato. En el caso de los linfomas T, excepto una variante que afecta la piel, el resto son enfermedades muy agresivas”, precisó.

Respecto de los signos de presentación, la especialista refirió que la primera manifestación de un linfoma suele ser el agrandamiento de un ganglio o grupo ganglionar, generalmente no doloroso, y que en muchos casos puede ir acompañado de síntomas generales como descenso de peso, fiebre vespertina o nocturna sin causa infecciosa que la justifique, sudoración profusa en la noche, sensación de falta de aire, decaimiento y/o picazón en el cuerpo.

De acuerdo a estadísticas internacionales, cada año se presentan 2,5 casos de linfoma de Hodgkin cada 100 mil habitantes, lo que en Argentina representaría alrededor de mil nuevos casos anuales. La mayor frecuencia se da en adolescentes y adultos jóvenes (entre los 15 y 30 años) y adultos mayores de 55 años. En tanto que, en los países occidentales, los linfomas T más frecuentes son los denominados “T periféricos” (PTCL) y representan entre el 12 y el 15% del total de los linfomas No Hodgkin.

“En Argentina no tenemos datos puntuales, por eso formamos parte de un proyecto internacional sobre registro de linfomas T. Son patologías poco prevalentes y de muy difícil diagnóstico, ya que las manifestaciones clínicas no son muy notorias. Queremos conocer y caracterizar con más detalle estos tumores para poder desarrollar estrategias de tratamiento que mejoren el pronóstico. Además, como los pacientes se diagnostican en estadios avanzados, si bien pueden tener una buena respuesta a la quimioterapia, por lo general el porcentaje que logra curaciones o remisiones completas y sostenidas en el tiempo es bajo: hablamos de una supervivencia de menos del 20% a 5 años, por lo que son enfermedades muy agresivas”, sostuvo la Dra. Carolina Mahuad, miembro de la Subcomisión de Linfoma de la Sociedad Argentina de Hematología. 

La especialista agregó que a partir del brentuximab vedotin “empieza a haber un horizonte más alentador para el tratamiento de los linfomas T”, ya que “se observaron tasas de respuesta muy superiores y también remisiones completas”.

“Lo que estamos notando en este contexto de pandemia es que el temor por infectarse de coronavirus demoró mucho la consulta y estamos haciendo diagnóstico de estas patologías en estadios más avanzados aún. Cuando uno interroga a los pacientes, a lo mejor los síntomas comenzaron en marzo. No hay que dejar de prestar atención a las dolencias y consultar”, advirtió la Dra. Mahuad. 

“Hay que conocer esta enfermedad, muchas veces la gente ni siquiera sabe que existe. A su vez, es importante que el médico general, que es quien primero recibe al paciente con síntomas sugestivos o un agrandamiento ganglionar, tenga un alto índice de sospecha para derivarlo al especialista precozmente. Estas son enfermedades en las cuales ha habido un avance importantísimo durante la última década, son afecciones oncológicas que muchas veces tienen altísimos porcentajes de curación”, concluyó la Dra. Zerga.