En medio de la pandemia producto del coronavirus, este martes se produjo en Costa Rica un hecho histórico: el primer casamiento igualitario de su país
y de la región de América central. Alexandra Quirós y Daritza Araya fueron las primeras en dar el Sí frente a una notaría.
La ceremonia fue trasmitida en redes sociales por la organización "Sí Acepto" y con pocos testigos presenciales como consecuencia de las medidas restrictivas de eventos masivos a causa del coronavirus.
Fue la primera ceremonia de matrimonio igualitario que se lleva a cabo en Costa Rica tras su legalización, aunque otro medio centenar de estas uniones se encuentran desde hace semanas en el Registro Civil a la espera de que sean oficializadas a partir de este martes.
A partir de este martes es legal el matrimonio igualitario en ese país, por orden de la Sala Constitucional y en acatamiento a una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La decisión se tomó luego de que se cumpliera el plazo de 18 meses que la Sala Constitucional dio al Congreso para que legislara sobre el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, o de lo contrario quedarían derogados los artículos de las leyes que prohíben estas uniones.
Como el Congreso costarricense no tramitó ninguna ley al respecto y por lo tanto el matrimonio igualitario es legal a partir este martes. El fallo de la Sala Constitucional acató lo dispuesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en una opinión consultiva solicitada por Costa Rica y emitida en enero de 2018, en la cual afirma que los Estados deben garantizar los derechos de la población sexualmente diversa, entre estos la identidad de género y el matrimonio igualitario.
El presidente del país, Carlos Alvarado, escribió este lunes por la noche un mensaje en redes sociales: "una Costa Rica diversa, plural y unida, donde la empatía y el amor sean la brújula que nos permite salir adelante".
"Nuestro deber es combatir todo tipo de discriminación, sea por discapacidad, etnia, cultura, credo religioso, sexo, identidad y expresión de género, orientación sexual o cualquier otra. Y desde ese enfoque que procura la defensa de todos los derechos humanos, es el lugar donde hay que entender este paso", manifestó.
Alvarado declaró que las personas LGBTIQ buscan un espacio para el reconocimiento y la dignidad que se merece cualquier ser humano y que cuando decidan casarse, "lo harán por amor, por estabilidad y porque tienen un proyecto de futuro. Tienen las mismas motivaciones que podría tener cualquiera".