Este año 2021 marcado todavía por la pandemia del coronavirus los jujeños reciben al jueves de compadres
, este es un día lleno de amistad. Es afianzar el afecto de amigos, entre dos hombres que se abrazan en un entendimiento en la vida. Sobre todo comprender las necesidades propias de la vida de los hijos. Por eso “compadres”; van como reemplazando al padre. Estos son festejos de compartir un momento grato, lindo, festivo de distinta manera. A veces con serpentina, haciendo chicha, cantando coplas con cajas, pero la finalidad es la misma. Es envolver de amor y amistad la relación de dos seres que van por el mismo camino.
Es difícil de explicar; hay que vivir. A veces es muy íntimo, otras no. A veces se le da de comer a la Pachamama o se eleva una oración a Tata Dios, pero siempre lo importante es compartir.
El día es muy particular. Los compadres que son aquellos que fueron elegidos por los padres en el bautismo de sus hijos o bien cuando los mismos hacen la primera comunión esperan encontrarse con su par en algún momento. El compadrazgo es una costumbre ancestral, por la cual el varón ejerce mucho respeto sobre su par, y convienen tener un ahijado ambos y cuidar de ese ahijado. El papá elije a su futuro padrino, sea de Bautismo, sea de confirmación.
El padrino debe tener responsabilidad para con su ahijado, su padre y su comadre. Hoy jueves de compadres se saludan para renovar también un compromiso adquirido de respetarse mutuamente y de prever todas las necesidades del ahijado en caso de que uno de los compadres esté ausente por enfermedad o por desaparición física. Se ponen de acuerdo y hacen ese compromiso, brindan comparten una comida y unas coplas. Después enflorarse, talquearse, preparar sus instrumentos regionales, un erquencho una caja, sonando en los cerros, a veces solitario bajo el sol de la quebrada.
Esta es una costumbre muy fuerte, muy arraigada en el norte Argentino , Bolivia y Peru pero que en algunos lugares se va perdiendo. Lamentablemente son muchos los que sólo participan de un jueves de compadres para emborracharse. Nada está más lejos del espíritu de la celebración.