El 18 de septiembre de 2018, el empresario Andrés Gerardo Lamboy, testigo en la causa de la condena contra Mario Segovia,
condenado por traficar efedrina a México, fue baleado con 20 disparos en la puerta del colegio al que asistían sus hijos en el barrio Fisherton, de Rosario. De los 20 tiros efectuados con un arma de 9 mm, diez impactaron en las piernas, el tórax y el abdomen de Lamboy, que logró salvar su vida al resguardase debajo de su camioneta.
El ataque fue ordenado por Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de la banda narco Los Monos, desde la cárcel y la Justicia exhibió los chats de las conversaciones con distintas bandas criminales donde se indicaban las ejecuciones.
Uno de los chats muestra la conversación entre Leandro Olivera – líder de “la banda de Olivera” y conocido como “Chulo” o “Chuli” - con Lucía Uberti, integrante de “la banda del barrio Alvear”.
“Es Guille. Me dijo que lo pongan”, le envía Uberti mientras Olivera responde: “Me imaginé. Jajaja, vos sabés”.
Otro mensaje, enviado a Matías Cesar – integrante de “la banda de Quintana”- el 3 de septiembre de 2018 expresa: “Colegio calle Wilde 1149 turno mañana 7.30 a 8 am camioneta ram negra. Después de dejar los pibes al celegio (sic) toma café en la estación de servicio AXION. Listo”, junto a una foto de Andrés Gerardo Lamboy y la aclaración “solo al negrito ok”.
Una semana después, Cantero – que usaba el alias “Miljaus” o “Lokito” – le envió más información sobre la víctima, a lo que Matías César respondió: “No, no me olvido. Ya anduve averiguando dónde queda”.
La Justicia encontró en el celular Lucía Uberti más chats con pruebas de las organizaciones de los ataques narco en Rosario: “Amor, tengo una (emoji de pistola) en la casa de papá de Kevin. ¿No lo mandas a Mati a rescatármela?”, le pide Daniel “Teletubi” Delgado desde la cárcel de Piñero.
Leandro Olivera también le escribió: “Decile a Tel si después le paso el número para que llame. Porque ayer una gente de él fue la que tiró en la previa”, a lo que Lucía Uberti respondió: “Me dicen que los patovas (la policía) saben quiénes fueron, que estaban a cara descubierta”.
Cantero, que tenía agendado a por Matías César como “Ma”, también le envió las direcciones de los domicilios de los jueces que serían baleados, en tanto, César se mofaba de su aparición en los noticieros y se hacía cargo de la autoría de los ataques que comenzaron el 28 de mayo de 2018.