Los efectos de la post pandemia son visibles en el día a día de las personas y también afecta la vida profesional;
la situación sanitaria mundial invadió la vida de todas las personas y la de los argentinos no fue una excepción. Un estudio a más de 2000 personas para saber cuál es la situación con relación a los resultados de la pandemia y cómo manejan el estrés que conlleva.
Entre los encuestados el rango de edad que resalta es el de 25 a 40 años que conforman el 64% del total. Ante la pregunta de si recibieron algún apoyo psicológico o de algún profesional, el 85% del total de los encuestados respondió que no, el 15% que sí recibió destaca que no fue por parte de sus empleadores, sino que buscaron apoyo externo, y en su mayoría fueron consultas psicoanalíticas.
¿Considerás que la pandemia ha implicado una invasión en tu vida privada? Las respuestas coinciden en el 62% que sí, mientras que para el 38% restante la pandemia no influyó en su vida personal. La vida de este último año y medio se modificó bastante, entre hábitos y costumbres, tanto a nivel personal como familiar en algunos casos. Otro dato interesante que recogió el estudio es que al 47% de los encuestados les resulta difícil conciliar el sueño, mientras que el 53% menciona que puede dormir normalmente.
Entre los efectos del home office está el deseo de quedarse durmiendo un poco más, el 29% de los encuestados contestó que le pasa algunas veces de sentir un fuerte deseo de no querer levantarse para empezar el día, 17% contestó que este deseo es recurrente y el 11% dijo que le pasa esto todos los días, mientras que el resto de los encuestados afirmó que le pasa pocas veces o nunca.
Pasar tanto tiempo dentro de la casa puede generar nuevas conductas o respuestas: ¿Más o menos sensibilidad con las personas? El 27% respondió que a veces se presenta más insensible con la gente, mientras que el 30% dijo que nunca y el 13% pocas veces. Otro de los efectos del encierro puede ser tener más tendencias de las habituales sobre algo; es por esto que el 83% de los encuestados afirmó que actualmente tiene una tendencia más de la habitual hacia la comida, el 20% para fumar y el 15% para beber. *
Con relación a la organización familiar, al tener que permanecer todos en casa, los cambios de hábitos y la readecuación de la vida cotidiana, el 24.79% respondió que debió modificar la mitad de sus hábitos, seguido del 15.48% que expuso readecuar más de la mitad de sus hábitos de vida “normal”. De hecho, ante la pregunta de respuesta libre sobre cómo se redistribuyeron las tareas domésticas del hogar, resaltan las respuestas como “mitad y mitad”, “dividimos las tareas”, “uno se ocupa de los niños y otro de la casa”, “todos ayudamos”; cuestiones que posiblemente mutaron con la pandemia y la necesidad de permanecer en casa.
En conclusión, como ya es sabido, la pandemia trajo infinidad de cambios en el mundo laboral, y los mismos seguirán evolucionando con el paso del tiempo. El foco pasó inevitablemente de las horas a la productividad, y las tareas del hogar se reparten entre la escuela de los niños, el estudio, el trabajo y el necesario tiempo de descanso. El desafío será entonces organizar el esquema de regreso a las oficinas, aprovechando las oportunidades del home office, pero atentos a sus posibles efectos.