El ensayo médico fue realizado a 81 personas en Manaos y les provocó problemas cardíacos. Debió ser frenado de inmediato.
La cloroquina se relaciona estrechamente con una droga de uso más frecuente, la hidroxicloroquina. El presidente Donald Trump las promocionó como posible tratamiento para el nuevo coronavirus pese a que había pocas pruebas de que funcionaran.
Sin embargo, el gobierno del estado brasileño de Amazonas suspendió una prueba piloto de tratamiento con cloroquina en Manaos cuando quedó claro que esa droga anti malaria causa problemas cardíacos graves.
En el estudio murieron once pacientes sobre un total de 81 participantes. Cerca de la mitad de las personas sometidas al tratamiento recibieron una dosis de 450 miligramos de cloroquina dos veces al día durante cinco días. Al resto, en tanto, se les prescribió una dosis mayor de 600 miligramos durante 10 días.
El estudio brasileño fue publicado este sábado en la revista online medRvix, un medio de "publicación previa" de trabajos técnicos que todavía no fueron revisados o replicados por otros especialistas. Incluyó dos dosis diferentes de cloroquina, pero no usó placebos, como es costumbre en estos experimentos porque las autoridades sanitarias de Brasil también permitieron el uso de la droga en tratamientos. Lo mismo hizo la administración de alimentos y medicinas de EE.UU., en forma provisional y de emergencia.
A los tres días, los científicos comenzaron a notar arritmias cardíacas en los pacientes que tomaban la dosis más alta. Al sexto día de ensayo, 11 pacientes murieron, lo que llevó a los investigadores a terminar inmediatamente las pruebas.
A los pacientes también se les administró el antibiótico azitromicina, que conlleva el mismo riesgo cardíaco. Los hospitales de los Estados Unidos también están utilizando la azitromicina para tratar a los pacientes con coronavirus, a menudo en combinación con la hidroxicloroquina.
Los especialistas brasileños, por su parte, indicaron que el estudio no contó con suficientes pacientes que recibieron la porción de dosis más baja del ensayo para determinar si la cloroquina era efectiva en pacientes con enfermedades graves. Por ese motivo, advirtieron que “se necesitan urgentemente” más estudios que evalúen el efecto del fármaco en las primeras etapas de la enfermedad.
“Se necesitan con urgencia” más estudios que evalúen la administración de la droga en una etapa más temprana de la enfermedad, señalaron los investigadores. Varios ensayos clínicos de cloroquina e hidroxicloroquina están probando dosis más bajas durante períodos más breves en pacientes con coronavirus. Pero la Comisión de Salud de la provincia china de Guangdong inicialmente había recomendado que los enfermos con el virus fueran tratados con 500 miligramos de cloroquina dos veces por día durante diez días.
El doctor David Juurlink, jefe de la división de farmacología clínica de la Universidad de Toronto, explicó al New York Times que el estudio realizado expone que el tratamiento con cloroquina “podría predisponer a las personas a una muerte cardíaca súbita”.
La Comisión de Salud de la Provincia de Guangdong en China había recomendado, por su parte, que los enfermos con COVID-19 fueran tratados con 500 miligramos de cloroquina dos veces al día, durante 10 días.
El doctor Marcus Lacerda, uno de los autores del estudio brasileño, apuntó que su estudio encontró que “la alta dosis que los chinos estaban usando es muy tóxica y mata a más pacientes”. “Esa es la razón por la que este brazo del estudio se detuvo antes de tiempo”, dijo, añadiendo que el manuscrito estaba siendo revisado por la revista Lancet Global Health.