La diputada María Celeste Ponce mostró su bautismo en el Río Jordán (@mariacelesteponce_).
En su cuenta personal de Instagram, la diputada compartió aquella jornada y resaltó: “Hoy morí para renacer en Cristo. Hoy bajé a las aguas del río Jordán, el mismo río donde nuestro Señor Jesús fue bautizado. Y en ese instante, mi alma entera se rindió a Él”.
“Bajo la guía de mis pastores y hermanos en la fe, Fer y Marcos Brunet, sellé mi pacto eterno con Aquel que me rescató de la muerte, me limpió, me redimió y me dio una nueva identidad. No soy más esclava. No soy más la que era”, agregó. También estableció: “Este no es un rito. Es una tumba y un nacimiento. Me hundí para sepultar el pecado, me levanté para vivir en la luz”.
A su vez, citó versículos como Colosenses 2:12, Mateo 3:17 y Gálatas 2:20 y concluyó: “Gracias, Jesús, por hacerme nueva. Gracias por llevar mi cruz, por vencer la muerte, por darme tu Espíritu. Te pertenezco. Mi vida es tuya. Todo lo que soy, todo lo que haré, será para darte gloria. Aquí, en este río sagrado, comenzó mi nueva historia. ¡Dios es real, Cristo vive, y yo soy testigo de su poder transformador!”.
El Río Jordán se ubica en el Medio Oriente y atraviesa Israel, Jordania y los territorios palestinos. El río fluye en una de las zonas más bajas del mundo, y su desembocadura en el Mar Muerto está a unos 430 metros bajo el nivel del mar.
Desde el lado religioso, es uno de los lugares más sagrados, ya que, según la tradición cristiana, allí Juan el Bautista bautizó a Jesús, lo que convierte al río en un destino de peregrinación para fieles de todo el planeta. Además, Los Evangelios mencionan al Río Jordán en repetidas ocasiones como escenario de episodios fundamentales, como el Ministerio de Juan el Bautista y el llamado de los primeros discípulos de Jesús. Asimismo, el río también figura dentro de la mitología del judaísmo y el Islam.
En cuanto a su importancia turística, muchos turistas lo visitan con el objetivo de realizar bautismos simbólicos y turismo espiritual, principalmente en sitios como Yardenit (en Israel) y Al-Maghtas (en Jordania), este último reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Otro punto es su entorno natural, que permite el desarrollo de actividades al aire libre, que van desde los recorridos históricos hasta la observación de aves.