Ajuste en Discapacidad
“Hay centros de día que cerraron, hay otros que están haciendo rifas y pidiendo contribuciones a las familias, muchos que son de doble jornada y dejaron de brindar alimentación –para muchas personas era su única comida de calidad en el día y no la están teniendo- Las familias que no pueden pagar están quedándose sin nada. Hoy en mi institución tengo por lo menos un tercio de la población que no podrían pagar por las prestaciones. Es un centro de rehabilitación e inclusión escolar: una mamá enfermera nos contaba que vuelve de trabajar ocho horas en salud y se pone a trabajar otras cuatro con Rappi por los gastos que tiene que afrontar con un hijo con autismo”, aseguró a Tiempo Argentino Virginia Els, psicóloga y psicopedagoga, presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (CA.PRE.DIS), para dar cuenta de la situación que atraviesan el sector de trabajadores que integran el sistema de prestaciones en discapacidad y las familias que asisten. “Lo más llamativo –acota- es que no hay ninguna respuesta del Gobierno Nacional”.
Los aranceles que se cobran por prestaciones en discapacidad los define el Gobierno Nacional a través de un Nomenclador que debería actualizarse regularmente, mediante reuniones de directorio convocadas desde la Andis. Hace cinco meses que no se actualiza. “El desfasaje viene de 2023 y a principios de 2024 acompañaron la inflación, pero desde la segunda mitad del año dieron aumento por debajo y este año, nada. Llama mucho la atención y tampoco hay respuesta. Ya no sabemos qué interpretar”, lamentó Els.
Ante este panorama, decenas de organizaciones de la provincia de Córdoba (38 llegaron a firmarla, pero son muchas más las que apoyan) emitieron una carta abierta para advertir que “la atención a personas con discapacidad está en peligro. Son servicios brindados solo por privados, no hay una alternativa como en salud en general. Si cerramos las instituciones, que muchas ya lo están haciendo, no va a haber adónde referenciar a las personas”.
La misiva lleva la firma de quienes se ocupan de brindar prestaciones en espacios de rehabilitación, inclusión escolar, centros terapéuticos, centros de día, etcétera. “Los montos que recibimos a través de las obras sociales, regulados por el Nomenclador Nacional— están por debajo de lo mínimamente aceptable. En 2024, los aumentos fueron irrisorios: septiembre 1%, octubre 1%, noviembre 0,8%, diciembre 0,5%. Y en lo que va de 2025, los aumentos han sido cero. Todo esto, mientras los costos de funcionamiento de nuestras instituciones se han duplicado”, advirtieron.