La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino. Esta glándula produce parte del líquido que conforma el semen.

El cáncer de próstata es uno de los tipos más comunes, ya que se origina cuando las células de dicha glándula comienzan a crecer sin control siendo la mayoría de las veces de crecimiento lento, por lo cual no presenta síntomas tempranos. En etapas avanzadas, los síntomas más frecuentes son: aumento en la frecuencia al orinar, flujo urinario débil, urgencia al orinar, sangrado en la orina y dolor pélvico o lumbar, entre otros.

“El cáncer de próstata se encuentra entre los cánceres más comunes en los hombres en todo el mundo, con un estimado de más de 1,6 millones de casos y 366 mil muertes al año. Las manifestaciones clínicas de este cáncer suelen estar ausentes en el momento del diagnóstico”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC. Y agrega que: “En Argentina, representa el 20% de todos los tumores malignos en hombres y el 10% de la totalidad de casos de cáncer registrados en el país. La tasa de mortalidad por cáncer de próstata para el país en 2019 fue de 11,10 defunciones por cien mil varones”.

Dicho cáncer, no se puede prevenir dado que ciertos factores de riesgo, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden controlar. Afecta principalmente a los varones mayores de 65 años, y es poco frecuente en varones menores de 50 años. Las probabilidades de padecer este tipo de cáncer aumentan considerablemente con la edad, siendo mayor el riesgo si el padre o un hermano tuvieron esta enfermedad. Cerca de un 10% de los casos de cáncer de próstata pueden darse como resultado de una predisposición genética o hereditaria.

La mayoría de los especialistas recomiendan que a partir de los 50 años todos los hombres consulten con un profesional médico sobre las pruebas de detección temprana para el cáncer de próstata. Las mismas consisten en la realización de un análisis de sangre para medir el Antígeno Prostático Específico (PSA) y en un examen digital a través del recto. El diagnóstico definitivo se determina a través de una biopsia prostática.

El Antígeno Prostático Específico (PSA) puede tener un valor elevado, lo cual no en todos los casos implica presencia de una neoplasia maligna, incluso la causa más frecuente de elevación del PSA es la hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata no maligna).

“Generalmente a mayor valor de PSA, mayor probabilidad de diagnóstico de cáncer de próstata. Sin embargo, en algunos estudios realizados se han encontrado que hasta un 20% de los pacientes con cáncer de próstata tenían valores normales de PSA y hasta un 40% de pacientes sin diagnóstico de cáncer tuvieron valores anormales. En definitiva, sólo un 30% de los hombres con valores anormales tendrán cáncer de próstata”, desarrolla El Haj.

 ¿Cuál es el tratamiento adecuado?

El tratamiento suele depender de la etapa en la que se encuentre el tumor. El plan de tratamiento inicial para pacientes con cáncer de próstata recién diagnosticados depende de una evaluación previa al tratamiento del riesgo de recurrencia local o regional o enfermedad diseminada combinada con la edad del paciente, la esperanza de vida, el estado médico general (incluido el estado funcional y las comorbilidades), la presencia o ausencia de síntomas y preferencias del paciente para tomar decisiones sobre el tratamiento óptimo para cada paciente individual.

La tasa de supervivencia a 5 años para la mayoría de las personas con cáncer de próstata local o regional es casi del 100%. Para las personas diagnosticadas con cáncer de próstata que se ha diseminado a otras partes del cuerpo, la tasa de supervivencia a 5 años es del 31%.

“Por lo tanto, es de suma importancia que los hombres de los grupos etarios mencionados realicen todos los chequeos periódicamente, ya que el cáncer de próstata que se detecta en forma temprana, cuando todavía está limitado a la glándula prostática, tiene mejores probabilidades de tener un tratamiento exitoso”, finaliza la profesional de OSPEDYC.