El 27 de junio es el Día Nacional de la prueba de VIH, una gran oportunidad para resaltar la importancia de conocer el status serológico.

Acceder a un test es la única manera de saber si se vive con el virus o no.

 Se estima que 139.000 personas viven con VIH en Argentina. De ellas, el 17% desconoce su diagnóstico. En promedio se notifican 5800 casos nuevos por año, pero en lo transcurrido de 2020, a causa del COVID – 19, los testeos de VIH sufrieron una caída promedio del 40%. Ello se debe al cierre de muchos de los centros de testeo rápido y la baja predisposición de las personas a concurrir a hospitales.

 Para el Dr. Miguel Pedrola, Director Científico de AHF para América Latina y el Caribe, “es importante considerar incluir en Argentina el autotest de VIH como una estrategia adicional a los test rápidos para el diagnóstico, detección temprana y tratamiento oportuno.”

El actual contexto de pandemia y cuarentena ha impactado notablemente en la disminución de testeos realizados, lo cual demuestra que el sistema de autotest es necesario para contribuir a la erradicación de la epidemia de VIH y sida en el mundo antes del 2030. “Hay que mantener los testeos y entendemos sobre las medidas preventivas de distanciamiento social, por eso creo que el autotest de VIH puedo ser una alternativa válida en este contexto”, concluyó Pedrola. 

 Más de 75 países han adoptado políticas de autotest de VIH, que consiste en que la persona se realiza a sí misma una prueba de diagnóstico e interpreta el resultado en privado. Para completar el ciclo, es importante garantizar a las personas que se realicen el autotest información, asesoramiento y la vinculación a los servicios de atención integral en caso de que el resultado sea positivo.

 La importancia de hacerse la prueba reside en conocer la situación ante el VIH, tener un diagnóstico oportuno y acceder a un tratamiento adecuado.  La disminución de los testeos es preocupante porque lleva a un aumento de la trasmisión del virus; un retroceso en los significativos avances logrados hasta ahora.

 Según un relevamiento realizado por AHF Argentina, sobre un total de 30.013 personas que se realizaron el test de VIH en 14 provincias de todo el país, el 52% indicó que se realizaba la prueba por haber tenido sexo sin protección. Otro dato significativo es que el 96% de los nuevos casos diagnosticados fueron por transmisión sexual, es decir, relaciones sexuales sin preservativo. La mayoría de los tests y casos reactivos para VIH se presentaron en la franja etaria de 25 a 49 años.

 AHF Argentina vuelve a realizar testeos con turno previo. Habitualmente hace 40.000 pruebas rápidas en el año y ahora está testeando en 20 localidades de todo el país, junto a las organizaciones aliadas, siguiendo protocolos adecuados a la realidad del COVID -19 y sumando en breve, la posibilidad de hacer autotesteo con una guía virtual.

 Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la autodetección del VIH constituye una forma empoderadora e innovadora para lograr que más personas conozcan su estado serológico. Un uso ampliado de las pruebas autoadministradas del VIH podría contribuir a alcanzar las metas mundiales al llegar a usuarios que se harán el test por primera vez, a personas con infección por VIH sin diagnosticar o a personas en riesgo de infección que necesitan realizarse la prueba de manera frecuente.

 La prueba de VIH es gratuita, voluntaria y confidencial. La voluntariedad se expresa a través de la firma de un consentimiento informado, ya que nadie puede obligar a hacer un test y tampoco solicitarlo en los exámenes preocupaciones como condicionante para ingresar a un trabajo. La confidencialidad es la obligación de guardar secreto por parte de todo aquel que sepa que otra persona vive con VIH.

Antes y después de la aplicación del test se debe brindar información y despejar las dudas y vincular al sistema de salud en los casos que el resultado sea reactivo.

Para acceder a un test no hace falta estar en ayunas y tampoco ser mayor de edad. En caso de ser mayor de 13 años se puede hacer el test firmando un consentimiento, y si no, con la compañía de un adulto de confianza. Los test rápidos sólo requieren de una gota de sangre y brindan resultados confiables en 15 minutos.